Esta obra de Ignacio González Cano explora la época en la que el tango se convierte en una puerta de salida, o de entrada a otros continentes y otras formas de vida. Algunos escapando y otros descubriendo la maravilla de vivir de la danza, algo que tal vez parecía reservado para muy pocos. Grandes y pequeñas compañías se arman en torno a la demanda del espectáculo del tango. Esos primeros grupos de bailarines, lejos de su tierra abriendo el camino para que se armaran poco a poco los grandes proyectos musicales tangueros.
La búsqueda de un código común para una nueva circunstancia y el traslado a lugares sin escapatoria de viejos conflictos de relación. Las raíces del machismo y la expresión de la violencia en la casi soledad de esas burbujas artístico/laborales que se formaban por los caminos de la danza.
Mi primera observación es «emocionante» emocional y vívido….Ignacio González Cano y Soledad Andrea Fernández puestos a mostrar la historia desde la danza logran una flexibilidad de diseño coreográfico maravillosa. No hay nada tan complicado como lo simple, y en esta obra se logra plantear sintética y sencillamente cuestiones por demás complejas, de manera brillante.
Los cuadros son buenísimos. Los bailarines logran interpretar algunas cuestiones más que exigentes dándoles un tinte de naturalidad que, imagino, no debe ser una cuestión fácil. El vestuario y el trabajo sobre el estilo de baile de la época es una reconstrucción que merece ser disfrutada.
La música combina grabaciones orquestales con el vivo de una manera tan prolija que muchas veces cuesta encontrar el lugar del cambio. La excelencia de Quasimodo bajo la dirección de Daniel Ruggiero realmente encontró el lugar donde se trenzan la historia, la danza y la música, más que un marco o un tema bailado, algo orgánico y vital, rico en matices. La operación de sonido excelente, gran parte de este lucimiento se debe a este trabajo.
La puesta se adapta al lugar perfectamente y lograron que sea muy disfrutable verlos a la altura del piso… Una obra con varios enfoques que da ganas de volver a ver…
María Inés Senabre
Idea y Dirección General: Ignacio González Cano
Coreografía: Ignacio González Cano y Soledad Andrea Fernandez
Dirección Musical: Daniel Ruggiero
Músicos en vivo: Quasimodotrio
Bailarines: Mica Spina, Nicolas El Ranzio Minoliti, Malvina Gili, Rodrigo Alberto Calvete, Sebastian Zanchez, Romi Miguel, German Ballejo, Johanna Aranda, Manuco Firmani, Sergio Martin Almiron, Florencia Segura, Pame Colaneri.
En el Almagro Tango Club, MEDRANO 688
Funciones Dic 2012.
Martes 4, Jueves 6 y Domingo 9 a las 19 Hs.
Viernes 7 a la medianoche (00:30 Hs.Trasnoche) —
exelente obra ,para no perder de verla,toda una puesta en escena diferente,bailarines que hacen vibrar el alma de los espectadores,latidos de corazon tan cerca que uno tambien entra en escena..