Corren los años ‘70, un muchacho espástico, aparentemente de nacimiento, entra con un amigo a su domicilio…. CharlaN y discuten hasta que llega el padre.
Los personajes que aparecen aquí están dibujados por una pluma de mediados del pasado siglo y bajo esa luz. Hay que agradecer esta puesta que conserva ese color específico, esas ideas bien marcadas y sostenidas por la inocencia de acontecimientos que, para nosotros, también son del pasado en la actualidad.
Los personajes son deliciosos: Un estudiante de filosofía (Martín) que se siente imprescindible caminando el mundo e iluminando a otros sobre la libertad, con buena información y poco sabiduría tal vez; y un travesti (el padre) que vive su doble vida con características cruzadas en las dos representaciones, teniendo el aspecto femenino, además de su ternura y gracia, una actividad delictiva violenta y, el aspecto masculino, además de su brusquedad, celos claramente maternales, preocupación por los quehaceres domésticos y la dieta del joven (Juan) el personaje central, que sufre la discapacidad.
Todos alrededor siguiendo la vida de Juan… peleando por su atención, su juicio, su libertad. Las dificultades de motricidad y una clara inmadurez emocional lo dejan a merced de este juego pero la obra termina con una fe muy inocente en las posibilidades de futuro.
Tal vez mucho palabrerío el mío y demasiada opinión, pero la obra vista después de sus años, presenta esas complejas simplezas que son imposibles de obviar.
Esta gran obra de Guillermo Gentile está llena de ternura y de humor de la mejor calidad. El humor y la ternura no se generan por la lástima frente a la discapacidad sino que, aunque a primera mirada no lo parezca, es generado por las relaciones humanas que siempre tienen ese juego un poco infantil, sobre todo entre varones. Esto es sostenido perfectamente en esta puesta, siendo otra de las cuestiones a destacar de la dirección de Nicolás Dominici.
La escenografía y el trabajo de luces es estupendo, uno se encuentra viviendo en medio de esa casa un poco desordenada, en la cual el movimiento de los actores fluye con naturalidad.
Las actuaciones son todas muy buenas, pero Ulises Pafundi desarrolla maravillosamente el papel tan dificultoso de Juan, con gracia y la precisión. Los encuentros entre Juan y el padre funcionan muy bien, con la tensión emocional perfecta.
Realmente una joya para viajar cortito en el tiempo, para entender algunas cosas y también para encontrar ese tesoro eterno de la relación humana.
Un clásico con mucho que decir.
María Inés Senabre
FICHA
Hablemos a calzón quitado
De Guillermo Gentile
2da. Temporada
***Ulises Pafundi nominado PREMIOS FLORENCIO SÁNCHEZ
y MARÍA GUERRERO como REVELACIÓN***
***Nicolás Dominici PREMIO «ESTÍMULO» MARÍA GUERRERO
y Nominado PREMIOS FLORENCIO SÁNCHEZ como REVELACIÓN por dirección***
Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=6O2EvHasdXE
REESTRENO 18 DE ENERO
Funciones:
Sábados 22 hs y Domingos 20 hs
Teatro El duende
Araoz 1469 C.A.B.A.
Reservas: 4831-1538
Elenco: Ulises Pafundi, Emiliano Marino y Oscar Giménez
Dirección: Nicolás Dominici
Dirección musical: Mirko Mescia
Diseño de escenografía: Iván Salvioli
Vestuario: Cecilia Carini
Diseño de luces: Nicolás Dominici
Asesor literario: Ariel Pérez Guzmán
Diseño gráfico: Ramiro Gomez
Operador de luces: Facundo Besada
Asistencia de dirección: Diego Bellone
Producción general: Teatro El Duende
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